Dos de los retos de la caficultura Colombiana son la recuperación y el cuidado del suelo. La erosión, el efecto de la lluvia, las malas prácticas de conservación del mismo, la pérdida de la materia orgánica y problemas de acidez afectan no sólo la productividad, sino la sostenibilidad de la finca cafetera.
Por ello, Solidaridad, en el marco de la Plataforma de Comercio Sostenible y con el apoyo de la Plataforma Global de Café, organizó actividades en varios municipios del país para traer conciencia sobre el tema entre los caficultores y sus familias.
Una propuesta diferente
“El lema fue poca información y mucha diversión” explicó Juan Manuel Cornejo, Coordinador de proyectos del programa de café de Solidaridad en Colombia, quien lideró la iniciativa.
Se trataba de días enteros llenos de actividades lúdicas, organizados para las comunidades y con su ayuda, en los que los protagonistas eran niños, mujeres y hombres pertenecientes a familias caficultoras.
La idea era muy simple: nada de power point, ni de salones, ni de sillas, ni de tableros. Todo giraba en torno a estaciones por las que se movían los asistentes y en las cuales se comprobaba por qué eso que dicen de cuidar el suelo, no sólo es importante sino que es cierto.
Comunidades de los Municipios de la Sierra, Rosas, Cajibío, el Dovio y Marsella terminaron los Días de campo con un mensaje corto pero contundente: “El suelo es fácil de perder y muy difícil de recuperar, por eso hay que conservarlo”.
¿Cómo lo comprobaron?
Como lo que más mueve a las personas son las emociones, la idea central de los Días de campo tenía que ver con experiencias prácticas que les permitieran a los agricultores y sus familias no sólo divertirse sino sorprenderse.
Al ritmo de la Chirimía, un grupo local que tocaba música folclórica, los asistentes pasaron por estaciones como la de la Fábrica de Suelos en la que tenían que raspar dos piedras durante 5 minutos y pesar los residuos que esto produjera. Con ello calculaban cuánto se puede tardar la naturaleza en producir una hectárea de tierra de 20 cm de profundidad. Aunque las cifras variaron entre 120 y 700 años, quedó claro que el proceso es todo menos rápido.
Otra estación llamada Erosión por lluvia y mala cobertura consistía en regar agua en dos cajones, uno lleno únicamente de tierra y el otro con tierra pero protegida con coberturas vegetales como pasto y hojas. El resultado era que el agua que salía del primer cajón se llevaba toda la tierra con ella, mientras que la del segundo cajón salía igual de limpia a como había entrado, demostrando la diferencia de los efectos de la lluvia en suelos protegidos y no protegidos.
Sabías qué
- El 40% del territorio continental colombiano presenta algún grado de erosión y el 54% de las cuencas del Cauca y Magdalena, donde se ubica la mayor área sembrada en café, presentan erosión severa.
- Las metodologías utilizadas hacen parte de los recursos de la plataforma virtual de aprendizaje Agrolearning que está al servicio de los miembros de la Plataforma de Comercio Sostenible.