La práctica de la renovación, combinada con una buena variedad, la densidad adecuada y un plan de fertilización acorde, constituyen la “columna vertebral” para mantener la productividad del cultivo. Pero la renovación es una práctica que deman a recursos importantes de inversión y afecta el flujo de caja en el corto plazo.
Cuando no se realiza de manera adecuada y oportuna es posible que sus resultados no alcancen los beneficios esperados en términos de producción e ingresos para el caficultor.
Por eso decidimos recorrer 97 fincas en Quinchía, Guática, Mistrató, Pueblo Rico (Risaralda), Concordia (Antioquia) y La Unión (Nariño) y revisar cómo se estaba implementando la práctica y si tendría no beneficios para el caficultor.
Para definir si un árbol tenía alto, medio o bajo potencial de producción se observaron los siguientes parámetros:
- Apariencia general del árbol.
- Estado de desarrollo (número de cruces por tallo, hojas en ramas).
- Anclaje del árbol.
- Estado fitosanitario.
En los 97 lotes de renovación evaluados se encontró que el 26% de los sitios son improductivos o presentan árboles con bajo potencial de producción. Estos sitios poco o nada contribuyen a la productividad del lote, a pesar de que reciben un manejo por parte del agricultor (desyerbas y fertilización principalmente).
Casi el 80% de los lotes evaluados presentan más del 10% de sitios improductivos o con plantas que tienen bajo o medio potencial de producción.
Solo el 21% de los lotes evaluados reúnen criterios de calidad de la renovación que les permiten tener un nivel de productividad óptimo.
Las pérdidas de sitios variaron entre 2,5% (lotes con muy bajas pérdidas de población) y 84% (lotes con pérdidas exageradamente altas).
Las principales causas de pérdidas son :
- condiciones inadecuadas de suelos, principalmente encharcamientos y lotes en filos (26,9%),
- enfermedades en renovaciones por zoca (23,1%),
- retrasos en el manejo de arvenses (19,2 %),
- problemas de colino (16,7%)
- exceso de sombrío por cultivos asociados (plátano) o árboles de sombra (11,5%).
- problemas por fertilización solo el 2,6%.
Recomendaciones
Al emprender un programa de renovación y establecimiento de la plantación, los caficultores deben mantener una densidad adecuada de plantas hasta la cosecha y garantizar el establecimiento de plantas con buen desarrollo para alcanzar un alto potencial de producción; sin embargo, en muchos casos el manejo que hacen a los lotes no les permite lograr los resultados esperados.
Si el caficultor no está dispuesto o no cuenta con los recursos para garantizar estos resultados no debería emprender la renovación pues, de no hacer bien la labor, va a obtener producciones similares o incluso inferiores a los lotes viejos, con costos de producción más altos.
Con este análisis de caso esperamos generar elementos de diálogo que conduzcan a propuestas de acción para mejorar la efectividad de la renovación en fincas que presentan condiciones similares a las descritas en los lotes visitados.